LA MELANCOLÍA SOTERRADA DEL POETA / Mark Strand
Versión al castellano de Julio Trujillo
Un verano cuando todavía era joven se paró frente a la ventana y se preguntó adónde se habrían ido aquellas mujeres que se sentaban junto al océano, observando y esperando algo que jamás llegaría, con el viento ligero sobre su piel enviando mechones de cabellos sueltos que les cruzaban los labios. ¿De qué estación del año habrían caído? ¿De qué idea de gracia se habían desviado? Hacía mucho que no las veía en su solitario esplendor, graves en su ociosidad, encarnando la triste historia de la esperanza abandonada. Éste fue el verano en que salió a la noche milagrosa, al mar de la oscuridad, como por primera vez, a emitir su propia luz, pero lo que emitió fue oscuridad, lo que encontró fue la noche.
(De Casi invisible)
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(poema en prosa de Charles Simic)
Me crucé con el poeta Mark Strand en la calle. De inmediato me desafió
tomándose un vaso de vino cabeza abajo. Quedé atónito. No volcó ni una
gota. La botella era una de las que Baudelaire le robó a su padrastro el
Embajador en 1848. "¿Es esto lo que llaman realidad subjetiva?"
pregunté. Hace años este mismo Strand tradujo el famoso poema quechua en
que un hombre cría una mosca de alas doradas en una botella verde, ¡y
mírenlo ahora!